miércoles, 28 de diciembre de 2011

En primer lugar me gustaría disculparme por haber estado tanto tiempo sin dar señales de vida por el blog. He estado muy ocupada y apenas he tenido tiempo ni para respirar.

Bueno, como estamos a finales de año, toca reflexionar acerca de los acontecimientos vividos durante todo el año.

Este año, en general, ha sido mucho mejor que el año pasado (aunque eso no significa que haya tenido momentos duros). Ya, para empezar, he conseguido cumplir mi gran objetivo: conseguir un trabajo estable e independizarme. Llevo cinco meses independizada y trabajando desde marzo (aunque se acabó el proyecto en IBM, conseguí otro trabajo aquí, en Uniway, dando soporte técnico para arreglar las chapuzas que hacen los que escriben revistas del corazón).

Vivo en una casa propia (bueno, de alquiler, pero bueno… ya me entendéis) con mi Axiarel y mis tres pequeñines (mi hámster Excalibur y mis gatos Amy y Ezio) y mentiría si dijera que no me considero la mujer más feliz del mundo. Llevaba deseando este momento desde hace muchos años y, después de tanto sacrificio, he conseguido alcanzar mi sueño.

Y si a esta sensación la sumamos el placer que sientes cuando tienes un trabajo que te gusta (y que has estudiado para elaborar esta labor) y que te felicitan porque les gusta cómo estás desenvolviéndote… Vamos, es que tengo ganas de comerme el mundo.

He pasado mi primer año con las vacunas y he de decir que ha sido mi mejor inversión, ya que, por fin, he podido salir a la calle sin miedo a que me dé un ataque de asma en plena primavera; y he podido ir al Retiro y a parques que estaban florecidos. He podido empezar a correr y me siento genial. Encima, los médicos me han dicho que, aunque tengo que estar con las vacunas durante dos años más, nunca más tendré alergia. E incluso ya puedo correr (eso sí, antes me tengo que inyectar un poco de ventolín, pero bueno). Así que genial.

Sigo sin poder apuntarme a inglés, pero ya he visto un cursito bastante majo que seguramente haré cuando tenga un pelín más de tiempo. También quiero apuntarme a clases de dibujo (aunque, de momento, estoy tirando con el Art Academy, que no es lo mismo, pero menos es nada…) y me gustaría retomar la escritura.

Durante este año he aprendido una lección bastante importante: la gente no es como era antes. Ahora todos van un poco bastante a su bola, sin preocuparse por nada ni por nadie que no sea él mismo. Pero bueno, así es la sociedad: cada día más gilipollas.

También he aprendido que solo las personas sensatas son capaces de entender que cuantas más responsabilidades tienes, menos tiempo libre tienes. Menos mal que aún hay algún sensato a mi alrededor…

Y por último me gustaría agradecer a todos lo que han hecho algo por mí durante este año: a los que me han dado apoyo, a los que se han alegrado de verdad por haber conseguido mi sueño, a los que han estado ahí cuando más lo necesitaba y, sobre todo, a los que me han hecho ver que hay personas muy idiotas en este mundo y a los que me han dado motivos para no convertirme en ermitaña por perder la fe en la humanidad.

Sí, es curioso que dé agradecimientos a personas que han hecho algún mal, pero tal y como se dice normalmente “lo que no te mata te hace más fuerte”. Creo que está bien conocer de vez en cuando a gente que hace daño, ya que no solo te hace aprender de los errores y creces como persona, sino que, inconscientemente, te conviertes en alguien un poco más madura y responsable.

En fin, como digo siempre: “Cada uno hace con su vida y con su cuerpo lo que quieran”.

Y nada, lo dicho, que tengáis unas felices fiestas y una buena salida y entrada de año.
Categories:

0 comentarios :