Desde hace tiempo quería leer una joya literaria: Alicia en el País de las Maravillas. Y gracias a mi novio, que me regaló este cuento, pude leerlo y cumplir otro de mis sueños ^^.

En esta obra aparecen algunos de los personajes más famosos de Carroll, como el Conejo Blanco, el Sombrerero, el Gato de Cheshire o la Reina de Corazones; quienes han cobrado importancia suficiente para ser reconocidos fuera del mundo de Alicia.

La obra ha sido traducida a numerosos idiomas, incluido el esperanto.
La protagonista, Alicia, al perseguir a un conejo blanco que encuentra en el bosque, cae en una conejera, llega al centro de la tierra y cae sobre un montón de hojas secas. En un cuarto sin salida come y bebe, se estira y se encoge. Naufraga en sus propias lágrimas. Comienza sus aventuras en un mundo extraño, tomando diferentes brebajes y comiendo extraños pastelillos. Participa en el té de la liebre, conoce al gato Cheshire que aparece y desaparece lentamente, juega al Croquet con la Reina de Corazones y hasta es citada como testigo en el proceso que inicia la sota. En el momento de mayor peligro, cuando todas las barajas la acosan, se despierta.
Los personajes son locos y extravagantes: a todos los iguala la locura. A través de los personajes y sus actitudes se percibe un absurdo total, una inversión de la lógica. Estos animales humanizados representan excéntricos ingleses de la época victoriana. Así tenemos al Conejo Blanco, que, atormentado por el tiempo, simboliza burlonamente al hombre que vive obsesionado por los minutos; un gusano de seda que fuma y razona; el Gato Chesire que desaparece y aparece cuando le apetece; la Liebre de Marzo (según un dicho inglés, Marzo es el mes del amor para las liebres); un Sombrerero loco, totalmente desequilibrado; la Reina de Corazones, que representa al absolutismo monárquico, el uso indiscriminado del poder, una crueldad desmedida en sus actitudes. "Que le corten la cabeza" ordena constantemente.

Se presente un mundo pintoresco, incoherente, inquietante, de inversión sistemática. Se niega la realidad pero todo es posible, representado con un clima de extravagancia, juegos de palabras, situaciones inverosímiles, disparates, los cambios de tamaño, el bebé que se transforma en cerdito…
Carroll creó un país absurdo: el caos gira enloquecido, desbordante. Para el lector adulto el autor es un visionario que ha logrado representar el mundo principalmente el de fines del siglo XIX, que -como todo cambio de siglo- trajo aparejado sensaciones dispares, incoherencia, interrogantes no resueltos, miedos y ansiedades.
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Lo que más me gustó de esta editorial, Valdemar, es que están las dos historias de Alicia: Alicia en el País de las Maravillas y Al otro lado del Espejo. Sólo leí la primera; me pondré con la segunda en breve. Otro detalle interesante de esta impresión es que han conservado las ilustraciones originales del autor y las de la primera edición de la obra. Son unos dibujos que tienen cierto encanto, aunque son bastante sombríos.
Pese a todo, es un cuento que recomiendo a todo el mundo, porque es encantador y estoy segura de que no iba a disgustar a nadie :).
1 comentarios :
Me encanta como has redactado la entrada, ha hecho mucho más interesante aún el libro. Algún día lo leeré yo también, aunque no soy tanto de leer.
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