Si dijera que este año ha sido la bomba estaría mintiendo. Me despidieron sin ningún tipo de explicaciones en mi curro, no me llaman para ninguna entrevista, tuve una discusión muy fuerte que casi cambia el rumbo de mi vida por completo, renuncié a una de mis grandes pasiones por culpa de uno que no paraba de tocarme las narices con sus críticas destructivas (escribir es uno de los hobbies que he estado conservando desde los 15 años y lo que no voy a consentir es que alguien que tiene muchos humitos me toque las narices con sus gilipolleces y me jodió muchísimo renunciar a todo por culpa de ese individuo… que me haya tratado con tanto desprecio y con tanta falta de respeto… y eso que en teoría éramos compañeros… pues mira, si quiere ir por la vida insultando y luego hacerse el inocente, pues allá él, pero eso no significa que permita que alguien como él me pisotee y diga lo que le dé la gana sobre mí porque no se lo pienso consentir, ni a él ni a nadie), se rompió mi sueño de independizarme a principios de este año que llega y, por si fuera poco, he perdido a la que ha sido mi segunda madre: mi queridísima abuela.
Han sido golpes duros. Durísimos. He acabado llorando, deprimida, desganada y notaba que poco a poco me iba hundiendo como me había pasado cuando falleció mi madre. Y eso que me juré que jamás iba a estar tan mal. Nunca. Y por todo lo que se ha ido acumulando, he estado a punto de retroceder y echar por tierra todos los méritos y mis esfuerzos por salir a flote pese a las dificultades.
Afortunadamente, no acabé en ese pozo oscuro y solitario, ese lugar sombrío donde me refugiaba para no sentir pena ni dolor. Y eso ha sido gracias a tres cosas:
No queda otra más que levantarse y seguir andando. El camino seguirá lleno de piedras y de agujeros. Me caeré más veces, me volverán a doler las heridas. Pero esas heridas se cerrarán con el tiempo. Eso sí, quedarán cicatrices, marcas de guerra o como lo queráis llamar. Son huellas que iré dejando y que, pasado un tiempo, me harán más fuerte (o eso espero).
Sé que hay gente que espera que me hunda o que todo me vaya mal, pero siento decirles que eso no va a poder ser. Soy muy cabezona, tanto para lo bueno como para lo malo, una insistencia heredada tanto por parte de padre como por parte de madre. Las cosas me van mal ahora, pero estoy segura de que en un futuro cada vez más cercano, todo me irá de fábula: tendré un apartamento, montaré fiestas padre (no, orgías no) y volveré a ser mileurista. Me iré de viaje a Roma, a Eurodisney, a Grecia, a Austria y a Japón. Seré feliz al lado de mi novio y tendré una vida que la va a envidiar hasta la más sucia de las ratas.
Por eso, me siento fuerte. Sigo insistiendo echando CV, estoy escribiendo en Tiempo Bala y estoy con otro proyecto: Una de palomitas (vale, tengo ganas de retomar lo que dejé, pero es algo que, de momento, no va a poder ser) e intento poco a poco redirigir mi vida. Sigo teniendo fuerzas para cumplir mi gran promesa y no voy a renunciar a ella nunca, y con eso es más que suficiente. Y más ahora que, en cierto modo, mi abuela ha recibido una carta que la escribí, expresando todo lo que me había hecho sentir durante todos estos años.
Pese a todo, creo que este nuevo año no será tan duro como el que abandonamos. Quiero pensar que la situación, en general, mejorará.
Muchas gracias por leer y felices fiestas.
Han sido golpes duros. Durísimos. He acabado llorando, deprimida, desganada y notaba que poco a poco me iba hundiendo como me había pasado cuando falleció mi madre. Y eso que me juré que jamás iba a estar tan mal. Nunca. Y por todo lo que se ha ido acumulando, he estado a punto de retroceder y echar por tierra todos los méritos y mis esfuerzos por salir a flote pese a las dificultades.
Afortunadamente, no acabé en ese pozo oscuro y solitario, ese lugar sombrío donde me refugiaba para no sentir pena ni dolor. Y eso ha sido gracias a tres cosas:
- El apoyo que me habéis dado todos: Carlos, Alicia y todos los chicos y chicas de mi TL de Twitter, y vuestros intentos para sentirme mejor. Me siento afortunada de conocer a gente tan maravillosa como vosotros y espero algún día conocer en persona a los que me faltan por desvirtualizar, y al resto, pues a ver si nos vemos otra vez y nos vamos de compras y vemos pelis, como con la Quedada Ghibli.
- La famosa hoja que me dejó mi madre. Esa en la que explica con frases cortas qué es la vida.
- Mis abuelos. Dos grandes ejemplos de lucha. Ella ha demostrado durante toda su vida que no hay que rendirse nunca y hacer lo imposible para seguir adelante. Él, que con coraje y fuerza se puede llegar a hacer lo imposible.
No queda otra más que levantarse y seguir andando. El camino seguirá lleno de piedras y de agujeros. Me caeré más veces, me volverán a doler las heridas. Pero esas heridas se cerrarán con el tiempo. Eso sí, quedarán cicatrices, marcas de guerra o como lo queráis llamar. Son huellas que iré dejando y que, pasado un tiempo, me harán más fuerte (o eso espero).
Sé que hay gente que espera que me hunda o que todo me vaya mal, pero siento decirles que eso no va a poder ser. Soy muy cabezona, tanto para lo bueno como para lo malo, una insistencia heredada tanto por parte de padre como por parte de madre. Las cosas me van mal ahora, pero estoy segura de que en un futuro cada vez más cercano, todo me irá de fábula: tendré un apartamento, montaré fiestas padre (no, orgías no) y volveré a ser mileurista. Me iré de viaje a Roma, a Eurodisney, a Grecia, a Austria y a Japón. Seré feliz al lado de mi novio y tendré una vida que la va a envidiar hasta la más sucia de las ratas.
Por eso, me siento fuerte. Sigo insistiendo echando CV, estoy escribiendo en Tiempo Bala y estoy con otro proyecto: Una de palomitas (vale, tengo ganas de retomar lo que dejé, pero es algo que, de momento, no va a poder ser) e intento poco a poco redirigir mi vida. Sigo teniendo fuerzas para cumplir mi gran promesa y no voy a renunciar a ella nunca, y con eso es más que suficiente. Y más ahora que, en cierto modo, mi abuela ha recibido una carta que la escribí, expresando todo lo que me había hecho sentir durante todos estos años.
Pese a todo, creo que este nuevo año no será tan duro como el que abandonamos. Quiero pensar que la situación, en general, mejorará.
Muchas gracias por leer y felices fiestas.
7 comentarios :
Ya verás como poco a poco vas remontando, por que te mereces ser feliz junto a tu pareja y empezar a vivir la vida como te la mereces.
Y ya sabes cuando haya money se organiza otra quedada de esas tan molonas :D
buenas!!! sé que por twitter hablamos poco, quizás ahora más, y leyendo tu blog te conozca más. Sólo decirte que siento mucho la pérdida de las personas que más quieres.
Dicen que después de la tempestad viene la cama y estoy segura de que todo mejorará, yo si quieres te acompaño en el camino y si hace falta retiro todas las piedras que me encuentre en el camino.
mucho ánimo y feliz 2011 :)
unbeso!
Grande, Isil. Así me gusta, siendo tozuda y luchando siempre. Sigue así anda :)
¡Un saludo!
Por haberte conocido y haberme acompañado este año en momentos buenos y en momentos malos, gracias.
Y espero seguir acompañándote este año en más momentos buenos que malos. Por cierto, felicidades por el pisito ;)
Me alegra seguir en tu mente de esa manera y que tengas esa visión y, es más, lo plasmes al público. Una lástima, porque todos te intentabamos ayudar y tú sola conseguiste que 14 de 15 personas te quisieran fuera por tu falta de respeto.
Ale, feliz año nuevo :)
Que digan todos que mi trabajo está genial y que tú seas el único que dice que está mal, que seas el único que me quitaba mis entradas porque a ti te daba la gana y que digan y todo: Oye, que se encargaba IsiL y tú como el que oye llover, e infravalorándome todo el rato... eso no es precisamente ayudar, que lo sepas.
Y que lo sepas, que no fueron 14 o 15 personas las que quisieron que me fuera. Hubo mucha gente por privado que me dijo que me quedara, así que esas 14 o 15 personas que dices vivirán en tu cabeza, igual que esa vocecita que dice que tú, supuestamente, eres tan buena persona que se dedica a hacer daño a otras sólo para que un desgraciado que no tiene amigos se sienta más realizado consigo mismo.
Y, además, por privado me sigue hablando gente, así que no habré faltado tanto al respeto, porque si no, no me hablarían ni de decir incluso de quedar para tomar algo. Sólo te falté a ti el respeto porque no consiento que un sinvida intente joderme la vida sólo porque la suya no tenga ningún tipo de arreglo.
Por lo que veo sigues siendo el mismo cabrón hijo de puta que antaño. Ya la vida te dará palos, aunque es muy posible que ya hayas recibido unos cuantos, ¿verdad? ;)
En público plasmo lo que a mí me dé la gana, que para eso es mi blog. Y si no te gusta, que jodes. Si lo digo es porque a mí me da la gana y porque aún hay gente que me pregunta por qué dejé la redacción con lo contenta que estaba. Y ya va siendo hora de decir las cosas bien claras.
Si prefieres vivir en tu mágico mundo de fantasía, pues allá tú, ya te hostiarás.
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