El último fin de semana de febrero, el IFEMA acogió a miles de personas que se acercaron al pabellón 7 para tener un primer contacto del País de las Maravillas de Tim Burton antes de su aparición en cartelera.
Acudieron al evento niños y mayores de todas las edades, dispuestos a aguantar vientos y soles para estar a escasos centímetros del sillón donde se sentó el actor Johnny Depp, ejerciendo de papel de El Sombrerero Loco.
Parece ser que la película tendrá un enfoque que, hasta ahora, nadie había hecho, y es que nos encontramos con una Alicia de unos 19 años (en los libros tiene poco más de 7 años, por lo que el cambio es bastante grande) que vuelve por tercera vez al País de las Maravillas. Pero, esta vez, todo ha cambiado: La Reina Roja se ha apoderado del mundo entero y todo se ha vuelto más caótico de lo normal. Es por eso que el líder de la Resistencia, El Sombrerero Loco, pide ayuda a Alicia, por lo que, para derrotarla, necesita el apoyo de todos los personajes que salieron en los libros de Lewis Carroll.
Según los actores principales del reparto, esta película no se asemeja a ninguna otra versión de Alicia en el País de las Maravillas, aunque admiten que es verdad que el director, Tim Burton, ha tomado por referencia los dos libros que componen este título: Alicia en el País de las Maravillas y Al otro lado del espejo. Afirman, sin dudarlo un segundo, que la película es mágica y, tanto el director como el reparto, tienen muchas ganas de ver su creación en 3D. Aunque para eso, aún faltan unos meses (se estrenará el 16 de abril).
La cola para asistir era kilométrica. Los tres días que duró la exposición, alrededor de las 18:00 de la tarde ya era imposible asistir, ya que los organizadores advertían de que estaba aforo máximo (tuvieron que cortar la cola y todo). Pese a que el sábado no conseguí ni hacer cola, el domingo llegué sobre las 12:00 de la tarde y ya había cientos de personas haciendo cola. Menos mal que hacía buen tiempo y la cola se hizo un poco más soportable.
Me sorprendió la cantidad de gente que fue, aunque hay que admitir que no demasiado, ya que hay que tener en cuenta varios aspectos:
- Los padres ilusos se creen que Alicia es para niños pequeños cuando, en realidad, tiene una trama y un lenguaje que un crío no podría entender.
- Estamos hablando de una exposición decente que es gratis. Admitámoslo: a los españoles nos gusta las cosas gratis y más si son de buena calidad.
- El director es Tim Burton y el protagonista, Johnny Depp. Muchos adolescentes de mi edad fueron exclusivamente por ese motivo (había hasta góticos-emos, cosa que no entendí, porque Alicia es bastante alegre, el libro también y no se puede decir que la película sea muy oscura, pero bueno…).
Es normal que se acercara mucha gente a la exposición. Lo malo es que, a algunos, le sabe mal hacer cola durante horas para ver una exposición de apenas 15 minutos de duración (estoy segura de que si hubiera que haber pagado para entrar, ni la mitad de la gente que ha acudido habría estado ahí).
Bueno, después de estar ahí casi cuatro horas asándome bajo el sol, conseguimos entrar. Había una salita oscura, donde repetían el tráiler y un pequeño reportaje de Alicia en el País de las Maravillas una y otra vez. En el recibidor, habían colgado fotos de algunos de los personajes que iban a salir, como, por ejemplo, la Reina Blanca.
Después de esperar ahí como media hora, una chica disfrazada de un ser que parecía una fusión entre la Reina de Corazones, un mimo y el Sombrerero Loco nos guió por la sala, diciendo que, antes de entrar a la Madriguera del Conejo Blanco había que hacer magia. Para ello, era necesario tumbarse en el suelo y mirar de nuevo el tráiler que nos había puesto unas 40 veces en la sala anterior.
En fin, nada más entrar pudimos observar una grandiosa puerta, rodeada de árboles. Pusieron una tela blanca, de modo que parecía que la puerta no se sostenía contra ninguna pared. Pensaba que era un adorno hasta que la chica abrió la puerta de par en par y entramos.
La sorpresa fue general, ya que simularon un túnel con decenas de objetos que recordaban a la madriguera de ese conejo que corría porque llegaba tarde. Mis ojos, sin embargo, no se posaron en los vasos, gafas y demás objetos que estaban incrustados en la pared, sino en unos cuadros que contenían los dibujos originales del libro de Alicia en el País de las Maravillas. Lástima que estuviera tan oscuro. No pude hacer fotos decentes.
Al salir del túnel, acabamos en una sala donde vimos a una Alicia con un tamaño descomunal y el atrezzo utilizado en esa escena tan famosa de las galletitas Cómeme y las botellitas Bébeme. La guía explicó que el equipo tuvo que hacer el mismo adorno de varios tamaños para simular mejor el crecimiento y/o el decrecimiento de Alicia. Así, pudimos ver varias botellitas, cajitas y llaves.
Recordemos que las botellas de “Bébeme” hace que Alicia encoja hasta convertirse en una pulga (el tamaño depende de la cantidad bebida) y la niña las usa en varias ocasiones (siendo sustituida por un trozo de una de las setas donde La Oruga se sentaba a fumar su pipa). Las galletitas o los pasteles “Cómeme” son unos dulces que permiten que Alicia crezca metros. También fueron sustituidas por el lado opuesto de una de las setas de La Oruga. La llave permitía a Alicia entrar por la puerta para acceder a El País de las Maravillas. Sin embargo, nunca la usó.
En esta misma sala había, además, el vestuario original de Alicia, así como un boceto del vestido que llevó en la película.
A continuación, la guía nos llevó al jardín viviente, donde las rosas tienen caras, hablan y cantan. Fue curioso cuando pude apreciar que una de las rosas (la rosa) movía su rostro para sonreír al personal.
En medio de la sala, la magnífica mesa de El Sombrerero Loco, repleta de jugosos manjares y tazas de té de porcelana. Presidiéndola, estaba la butaca de Johnny Depp (quería sentarme, para notar su presencia, peeero…). Y no, esta vez ni había té ni estaba el anfitrión (qué lástima). Mantel de ganchillo, grandes pasteles, pastitas, bollitos, cucharas de la época victoriana… Era tal y como me había imaginado desde el principio.
Nos explicaron dónde se sentaron los actores, pero yo tenía la mirada puesta en el grandioso sillón de El Sombrerero Loco. Grande, cubierto de un tapiz beige pastel, destacando entre las sillas de madera que rodeaban las mesas de distintos tamaños.
¡Que le corten la cabeza! ¡Que le corten la cabeza! ¡Traedme un cerdo! Llegamos a la salita de la Reina Roja. Aunque Helena fue “tuneada” para presentar este personaje (aumentaron su cabeza 10 veces y luego la modificaron), estaba el vestuario y todos los complementos que llevó para rodar su interpretación: las botas, la maza, los anteojos (¡con forma de corazón, por supuesto!), gorritos de todos los tamaños (preciosos, por cierto), la peluca, la corona, el fantástico vestido y el trono. Un trono bastante pequeño para lo alta que es Helena. Al fondo, una cristalera de corazones (normal, estamos hablando de la Reina Roja, la Reina de Corazones).
La Reina Roja es hermana de La Reina Blanca. Destaca por tener muy mal genio y mucho temperamento. Pese a que siempre está mandando cortar la cabeza a cualquiera que no cumpla con su deber, la verdad es que nadie lo hace. Es bastante inteligente a la par que absurda e impertinente. En la película de Tim Burton, ha dominado el País de las Maravillas y sólo Alicia podrá conseguir que todo vuelva a su cauce.
Sin embargo, La Reina Blanca es inocente, un poco tonta y bastante tierna. Se puede decir que es la antítesis de su hermana. Tiene muchos miedos y se anticipa a los acontecimientos (por ejemplo, si sabe que se va a pinchar, antes de que eso ocurra, grita y se escandaliza. Cuando pasa, está la mar de tranquila…). Cree que Alicia será la única que puede salvar a su reino, por lo que la convierte en su paladina. Por eso, recibe una bonita armadura, un escudo y una espada con gemas incrustadas.
Aunque Alicia no luchará sola, ya que El Sombrerero Loco también desenvainará su espada y la pondrá al servicio de la Reina Blanca (sí, habéis leído bien: El Sombrerero Loco es un espadachín XD).
Si la sala de la Reina Roja era negra y roja, la de la Reina Blanca es blanca y azul. Colores muy tranquilos, como la personalidad de la protagonista de la habitación. Me fascinó el vestido que llevó, ya que me recuerda a los trajes de boda y parecía totalmente irreal. Había una réplica de una de las piezas del ajedrez de la Reina Blanca, así como una maqueta del palacio de la misma.
La armadura de Alicia parecía sacada de las historias medievales y fantásticas. Nada más verla, la relacioné con El Señor de los Anillos, de Peter Jackson. Pese a ser muy chula, no tenía muchos adornos (más tenían la espada y el escudo que llevará en la película). Me sorprende que en esta entrega, Alicia se convierta en la paladina de La Reina Blanca (bueno, me imaginaba que tendría algo que ver con la Reina Blanca, porque en los libros se apreciaba que se llevaba mejor con la Blanca que con la Roja, pero de ahí a quitarse el vestido azul y ponerse una armadura… es un poco wtf, ¿no? XD).
Al finalizar la visita, había un fotocol con el palacio de fondo para que la gente se pueda hacer fotos. Asimismo, ofrecieron un servicio que consistía en maquillarse y peinarse como El Sombrerero Loco y Alicia (lástima que Carlos me parara los pies… quería teñirme de naranja y que me pintaran como a mi personaje favorito XD). También firmé en el libro de visitas, con la siguiente dedicatoria: “Aquí todos estamos locos”, con la silueta del Gato Cheshire (ya sabéis: ojos y la sonrisa con forma de luna creciente). Quería poner algo de la Morsa y el Carpintero, pero no me dejaron dibujar nada -__-.
Como conclusión final, decir que la exposición ha sido espectacular y muy gratificante (por lo menos para mí) y creo que mereció la pena hacer tanta cola para ver el atrezzo de la que puede ser la película del año.
Lo mejor, es que el estreno está muy cerca de mi cumple (16 de abril), así que va a ser como un regalo para mí ^^.
Acudieron al evento niños y mayores de todas las edades, dispuestos a aguantar vientos y soles para estar a escasos centímetros del sillón donde se sentó el actor Johnny Depp, ejerciendo de papel de El Sombrerero Loco.
Parece ser que la película tendrá un enfoque que, hasta ahora, nadie había hecho, y es que nos encontramos con una Alicia de unos 19 años (en los libros tiene poco más de 7 años, por lo que el cambio es bastante grande) que vuelve por tercera vez al País de las Maravillas. Pero, esta vez, todo ha cambiado: La Reina Roja se ha apoderado del mundo entero y todo se ha vuelto más caótico de lo normal. Es por eso que el líder de la Resistencia, El Sombrerero Loco, pide ayuda a Alicia, por lo que, para derrotarla, necesita el apoyo de todos los personajes que salieron en los libros de Lewis Carroll.
Según los actores principales del reparto, esta película no se asemeja a ninguna otra versión de Alicia en el País de las Maravillas, aunque admiten que es verdad que el director, Tim Burton, ha tomado por referencia los dos libros que componen este título: Alicia en el País de las Maravillas y Al otro lado del espejo. Afirman, sin dudarlo un segundo, que la película es mágica y, tanto el director como el reparto, tienen muchas ganas de ver su creación en 3D. Aunque para eso, aún faltan unos meses (se estrenará el 16 de abril).
La cola para asistir era kilométrica. Los tres días que duró la exposición, alrededor de las 18:00 de la tarde ya era imposible asistir, ya que los organizadores advertían de que estaba aforo máximo (tuvieron que cortar la cola y todo). Pese a que el sábado no conseguí ni hacer cola, el domingo llegué sobre las 12:00 de la tarde y ya había cientos de personas haciendo cola. Menos mal que hacía buen tiempo y la cola se hizo un poco más soportable.
Me sorprendió la cantidad de gente que fue, aunque hay que admitir que no demasiado, ya que hay que tener en cuenta varios aspectos:
- Los padres ilusos se creen que Alicia es para niños pequeños cuando, en realidad, tiene una trama y un lenguaje que un crío no podría entender.
- Estamos hablando de una exposición decente que es gratis. Admitámoslo: a los españoles nos gusta las cosas gratis y más si son de buena calidad.
- El director es Tim Burton y el protagonista, Johnny Depp. Muchos adolescentes de mi edad fueron exclusivamente por ese motivo (había hasta góticos-emos, cosa que no entendí, porque Alicia es bastante alegre, el libro también y no se puede decir que la película sea muy oscura, pero bueno…).
Es normal que se acercara mucha gente a la exposición. Lo malo es que, a algunos, le sabe mal hacer cola durante horas para ver una exposición de apenas 15 minutos de duración (estoy segura de que si hubiera que haber pagado para entrar, ni la mitad de la gente que ha acudido habría estado ahí).
Bueno, después de estar ahí casi cuatro horas asándome bajo el sol, conseguimos entrar. Había una salita oscura, donde repetían el tráiler y un pequeño reportaje de Alicia en el País de las Maravillas una y otra vez. En el recibidor, habían colgado fotos de algunos de los personajes que iban a salir, como, por ejemplo, la Reina Blanca.
Después de esperar ahí como media hora, una chica disfrazada de un ser que parecía una fusión entre la Reina de Corazones, un mimo y el Sombrerero Loco nos guió por la sala, diciendo que, antes de entrar a la Madriguera del Conejo Blanco había que hacer magia. Para ello, era necesario tumbarse en el suelo y mirar de nuevo el tráiler que nos había puesto unas 40 veces en la sala anterior.
En fin, nada más entrar pudimos observar una grandiosa puerta, rodeada de árboles. Pusieron una tela blanca, de modo que parecía que la puerta no se sostenía contra ninguna pared. Pensaba que era un adorno hasta que la chica abrió la puerta de par en par y entramos.
La sorpresa fue general, ya que simularon un túnel con decenas de objetos que recordaban a la madriguera de ese conejo que corría porque llegaba tarde. Mis ojos, sin embargo, no se posaron en los vasos, gafas y demás objetos que estaban incrustados en la pared, sino en unos cuadros que contenían los dibujos originales del libro de Alicia en el País de las Maravillas. Lástima que estuviera tan oscuro. No pude hacer fotos decentes.
Al salir del túnel, acabamos en una sala donde vimos a una Alicia con un tamaño descomunal y el atrezzo utilizado en esa escena tan famosa de las galletitas Cómeme y las botellitas Bébeme. La guía explicó que el equipo tuvo que hacer el mismo adorno de varios tamaños para simular mejor el crecimiento y/o el decrecimiento de Alicia. Así, pudimos ver varias botellitas, cajitas y llaves.
Recordemos que las botellas de “Bébeme” hace que Alicia encoja hasta convertirse en una pulga (el tamaño depende de la cantidad bebida) y la niña las usa en varias ocasiones (siendo sustituida por un trozo de una de las setas donde La Oruga se sentaba a fumar su pipa). Las galletitas o los pasteles “Cómeme” son unos dulces que permiten que Alicia crezca metros. También fueron sustituidas por el lado opuesto de una de las setas de La Oruga. La llave permitía a Alicia entrar por la puerta para acceder a El País de las Maravillas. Sin embargo, nunca la usó.
En esta misma sala había, además, el vestuario original de Alicia, así como un boceto del vestido que llevó en la película.
A continuación, la guía nos llevó al jardín viviente, donde las rosas tienen caras, hablan y cantan. Fue curioso cuando pude apreciar que una de las rosas (la rosa) movía su rostro para sonreír al personal.
En medio de la sala, la magnífica mesa de El Sombrerero Loco, repleta de jugosos manjares y tazas de té de porcelana. Presidiéndola, estaba la butaca de Johnny Depp (quería sentarme, para notar su presencia, peeero…). Y no, esta vez ni había té ni estaba el anfitrión (qué lástima). Mantel de ganchillo, grandes pasteles, pastitas, bollitos, cucharas de la época victoriana… Era tal y como me había imaginado desde el principio.
Nos explicaron dónde se sentaron los actores, pero yo tenía la mirada puesta en el grandioso sillón de El Sombrerero Loco. Grande, cubierto de un tapiz beige pastel, destacando entre las sillas de madera que rodeaban las mesas de distintos tamaños.
¡Que le corten la cabeza! ¡Que le corten la cabeza! ¡Traedme un cerdo! Llegamos a la salita de la Reina Roja. Aunque Helena fue “tuneada” para presentar este personaje (aumentaron su cabeza 10 veces y luego la modificaron), estaba el vestuario y todos los complementos que llevó para rodar su interpretación: las botas, la maza, los anteojos (¡con forma de corazón, por supuesto!), gorritos de todos los tamaños (preciosos, por cierto), la peluca, la corona, el fantástico vestido y el trono. Un trono bastante pequeño para lo alta que es Helena. Al fondo, una cristalera de corazones (normal, estamos hablando de la Reina Roja, la Reina de Corazones).
La Reina Roja es hermana de La Reina Blanca. Destaca por tener muy mal genio y mucho temperamento. Pese a que siempre está mandando cortar la cabeza a cualquiera que no cumpla con su deber, la verdad es que nadie lo hace. Es bastante inteligente a la par que absurda e impertinente. En la película de Tim Burton, ha dominado el País de las Maravillas y sólo Alicia podrá conseguir que todo vuelva a su cauce.
Sin embargo, La Reina Blanca es inocente, un poco tonta y bastante tierna. Se puede decir que es la antítesis de su hermana. Tiene muchos miedos y se anticipa a los acontecimientos (por ejemplo, si sabe que se va a pinchar, antes de que eso ocurra, grita y se escandaliza. Cuando pasa, está la mar de tranquila…). Cree que Alicia será la única que puede salvar a su reino, por lo que la convierte en su paladina. Por eso, recibe una bonita armadura, un escudo y una espada con gemas incrustadas.
Aunque Alicia no luchará sola, ya que El Sombrerero Loco también desenvainará su espada y la pondrá al servicio de la Reina Blanca (sí, habéis leído bien: El Sombrerero Loco es un espadachín XD).
Si la sala de la Reina Roja era negra y roja, la de la Reina Blanca es blanca y azul. Colores muy tranquilos, como la personalidad de la protagonista de la habitación. Me fascinó el vestido que llevó, ya que me recuerda a los trajes de boda y parecía totalmente irreal. Había una réplica de una de las piezas del ajedrez de la Reina Blanca, así como una maqueta del palacio de la misma.
La armadura de Alicia parecía sacada de las historias medievales y fantásticas. Nada más verla, la relacioné con El Señor de los Anillos, de Peter Jackson. Pese a ser muy chula, no tenía muchos adornos (más tenían la espada y el escudo que llevará en la película). Me sorprende que en esta entrega, Alicia se convierta en la paladina de La Reina Blanca (bueno, me imaginaba que tendría algo que ver con la Reina Blanca, porque en los libros se apreciaba que se llevaba mejor con la Blanca que con la Roja, pero de ahí a quitarse el vestido azul y ponerse una armadura… es un poco wtf, ¿no? XD).
Al finalizar la visita, había un fotocol con el palacio de fondo para que la gente se pueda hacer fotos. Asimismo, ofrecieron un servicio que consistía en maquillarse y peinarse como El Sombrerero Loco y Alicia (lástima que Carlos me parara los pies… quería teñirme de naranja y que me pintaran como a mi personaje favorito XD). También firmé en el libro de visitas, con la siguiente dedicatoria: “Aquí todos estamos locos”, con la silueta del Gato Cheshire (ya sabéis: ojos y la sonrisa con forma de luna creciente). Quería poner algo de la Morsa y el Carpintero, pero no me dejaron dibujar nada -__-.
Como conclusión final, decir que la exposición ha sido espectacular y muy gratificante (por lo menos para mí) y creo que mereció la pena hacer tanta cola para ver el atrezzo de la que puede ser la película del año.
Lo mejor, es que el estreno está muy cerca de mi cumple (16 de abril), así que va a ser como un regalo para mí ^^.
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